trabajo sexual – #SinMiedoaSer https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser Una campaña por un país libre de violencias, incluyente y seguro para todas las personas. Terminemos con todas las formas de discriminación y violencia. No las generes, no las toleres, no te calles. Sun, 19 Jun 2022 21:05:41 +0000 es hourly 1 https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/wp-content/uploads/2021/12/cropped-SinMiedoaSer_Logo_Color-32x32.png trabajo sexual – #SinMiedoaSer https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser 32 32 Nora Margot https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/nora-margot/ Fri, 17 Dec 2021 18:53:51 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=2552

Nora: Una meretriz chilanga. Nora Eliza estudia literatura. Le gusta mucho leer poesía, novela, revistas y de todo. Está convencida de que no hay cánones para ser una buena o mala lectora… lo importante para ella es leer. Además, le gusta el arte en todas sus expresiones. “Disfruto bordar, a veces grabo en linóleo, o hago pulseras y collares teñidos en hilos encerados, “macramé”… antes tejía en telar de cintura pero lo dejé de hacer y lo he olvidado. Me fascina escuchar todo tipo de música, y adoro bailar.”

Otras de sus actividades preferidas son andar en bicicleta mientras escucha música, ver series y visitar iglesias “porque me gusta buscar frases en latín y admirar la arquitectura, nichos y demás dentro de ellas.” También le gusta visitar bibliotecas y permanecer ahí largos ratos.

Lo más importante y lo que más ama en la vida es a sus familias: la que le tocó de manera biológica, con su madre y su hermana, y la que ella ha elegido, integrada por redes que la han rescatado y apoyado, con amor y brazos abiertos.

Margot, como también se hace llamar, sueña con que haya menos violencia en contra de las mujeres, con el reconocimiento de su trabajo y con tener garantías para una vida con derechos; una vida común y corriente, libre de discriminación.

Su propósito es llegar a generar un taller en donde se compartan saberes y oficios entre sus compañeras para dar continuidad, enriquecerse mutuamente y tener otras alternativas en las temporadas que no son favorables para su sector.

Sus inicios como trabajadora sexual fueron en el 2019, en la Ciudad de México. Ha trabajado en cabinas, ha fichado, trabajó un tiempo en Tlalpan y ahora utiliza redes sociales como twitter e instagram. Ahora también trabaja en AMETS, una alianza que genera redes de apoyo entre hermanas trabajadoras sexuales, “Buscamos apoyar a compañeras trabajadoras sexuales en situaciones vulnerables, ya sean migrantes, de la tercera edad, madres solteras, compañeras trans y cualquiera que nos requiera”.

AMETS y CAIT son ahora esa segunda familia para Nora. Comenzó como voluntaria en AMETS y su calidez, cariño y lucha, la impulsó y la hizo admirar mucho a sus compañeras.

“Al involucrarme en el proyecto de “haciendo calle”, sentía un cariño y satisfacción enorme cada que conocía a más compañeras… y supe que no estaría sola. Comprendernos entre nosotras como trabajadoras sexuales inmersas en adversidades, es un acto de amor muy bonito.”

Se siente orgullosa de identificarse sin temor como Trabajadora Sexual, ya que muchas de sus compañeras tienen que estar en anonimato por estigma o para no ser extorsionadas. 

“Encontré en el trabajo sexual fortalezas y seguridad en mi persona. El miedo que nos envuelve en la profesión también puede ser un impulso para fortalecerte. Emociona saber que a pesar de malos momentos, siempre vendrá un día nuevo.”

Margot entristece cuando se entera de cosas que afectan a sus compañeras trabajadoras sexuales. “Hace unos días una compañera nos pegó un susto enorme porque no sabíamos nada de ella después de que nos avisó que daría un servicio a domicilio. Fue una angustia y tristeza impresionante. Afortunadamente no pasó a mayores, solo se quedó sin batería y saldo.”

Dentro del trabajo sexual se encuentran con estigma y criminalización. Al no haber reconocimiento del trabajo sexual, hay vulnerabilidad para las personas que lo ejercen. Además, “no podemos acceder a créditos de vivienda, y hay dificultades para acceder a servicios de salud, lo que es peor cuando alguna compañera es agredida. Muchas compañeras son migrantes y son víctimas de racismo.”

Su entorno de trabajo es inseguro por donde se le vea: machismo, racismo, la transfobia y demás salen a relucir, expresándose lamentablemente en asesinatos o atentados contra sus vidas. “También hay una revictimización por parte de las autoridades en el momento en que queremos denunciar alguna violencia; se nos señala como culpables por ejercer el trabajo sexual o se nos cataloga con delitos menores aunque la violencia haya sido al punto de un posible asesinato.”

A lo que aspiran las trabajadoras sexuales es a tener derechos laborales como en un trabajo cualquiera y acceder a la seguridad social: algo así como el modelo de despenalización del trabajo sexual desarrollado por colectivos de trabajadoras Sexuales en Nueva Zelanda.

Para Nora, la empatía y la eliminación de prejuicios que señalan a las trabajadoras sexuales es un paso fundamental que debe dar la sociedad.

“Detrás de cada una, de cada compañera en el trabajo sexual, hay una historia de lucha que desconocemos, por lo menos por respeto, valdría no emitir juicios a la ligera. No sabemos todo lo que se carga en el interior en un trabajo donde nos jugamos la vida día a día.”

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México diverso y justo también para las trabajadoras sexuales, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans.

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Yaz Queen https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/yaz-queen/ Fri, 17 Dec 2021 18:32:27 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=2563

Las pasiones de Yaz. Yaz, a quien también le dicen Lombriz, tiene 24 años y vive en la Ciudad de México. Todo lo que hace en su vida es movido por la pasión; así fue cuando estudiaba psicología y así es en su trabajo actual. Ahora también tiene otras motivaciones: su hijo de cinco años, compartir con su novix, estar bien con ella misma y saber que puede ayudar a que sus compañeras también lo estén, “poder tener la confianza en que alguien busca un bienestar compartido, potenciar nuestras fortalezas y nuestros afectos también.”

Cuando mira hacia atrás, le da felicidad ver sus crecimientos personales, que incluyen también lo económico, porque ahora tiene una casa estable. “No tengo que correr en mudanzas, porque el prejuicio contra mi trabajo me hizo mudarme hasta cuatro veces en un año”.

Yaz inició como trabajadora sexual a la mitad de su carrera de psicología, ya que no tenía dinero para mantener a su hijo, vivía con sus papás, pero no quería dejar sus estudios.

“Pensaba que podía ayudarme a cumplir mi objetivo de ser psicóloga, pero mis motivaciones cambiaron y dejé de querer ser licenciada en nada.” Se ha apropiado de su identidad como trabajadora sexual y al menos hasta que su hijx tenga mayor independencia, eso va a seguir así.

El trabajo sexual le ha ayudado a ver otros matices de la vida: “que no necesitaba cumplir el ideal de éxito que todos esperan, porque, como he escuchado de mi compañera Daniela, el trabajo sexual generalmente se llega a asociar con el fracaso social, con lo contrario a hacer las cosas bien y ser exitosx.” Pero Yaz hoy disfruta mucho más de su sexualidad, reconoce mucho mejor sus límites personales y está con personas que la aman.

Darle a su hijo la oportunidad de crecer cerca de ella, es otra cosa que le ha dado el trabajo sexual: poder comer con él, hacer noche de películas y ver cuando termina su tarea o me ayuda a hacer el quehacer, es un gran impulso. Además, disfruta mucho estar con su novix “sabernos juntxs en nuestros caminos de vida y poder dormir juntxs cuando termina el día… saber que nos acompañamos en nuestros procesos desde la ternura y el cuidado”

Lombriz reconoce también su avance en sus formas de relacionarse, pues antes se vinculaba mayoritariamente con hombres cis heterosexuales y gracias al trabajo sexual se comenzó a reconocer y saber que eso no la hacía feliz y que fue violento. “En la actualidad, el cariño que hay entre mi pareja y yo es distinto porque se siente real.”

Fuera del activismo, le apasiona bailar o danzar diferentes ritmos, que su corazón vibra de emoción “al moverme como me dé la gana.”

Ese cambio en las relaciones no solo fue con parejas, sino que ahora se siente movida por la posibilidad de apoyar a alguna de sus compañeras que no tiene vivienda o que experimenta discriminación, “para que no tenga que vivir el proceso de reconocerse puta en soledad”.

Yaz reconoce que es gracias al trabajo político de sus compañeras que su trayecto ha sido así: “Hemos compartido el trabajo comunitario, pero también risas y nos apoyamos cuando alguna tiene un problema. Y esa es la forma en la que yo le apuesto que pueden lograrse avances comunitarios en el trabajo sexual: acompañándonos entre pares.”

Sin embargo, sigue enfrentándose a situaciones muy difíciles que, contrario a lo que se podría pensar, no han sido por el hecho de estar en contacto con los clientes sino por saber manejar el rechazo social. “Cuando recién empecé a ejercerlo tuve que encontrarme sola por momentos. Amistades que sentía sólidas en mi vida comenzaron a alejarse. Por algunas situaciones mi familia lo supo casi recién empecé a ejercerlo y su respuesta actuó junto con esa sensación de rechazo.”

Le ha costado 3 años poder entablar conversaciones con su mamá y el puente para hacerlo ha sido su hijx. “Hubo ocasiones en las que no querían aceptar dinero por considerarlo «dinero sucio», simplemente no me dirigían la palabra o no era bienvenido en sus reuniones.”

Actualmente, Lombriz considera que la gente que no la acepta como es: mamá, parte de la disidencia sexual y puta, no tiene cabida en su vida. Ha aprendido a marcar límites, a forjar su independencia y a saber tejer otras redes de apoyo distintas a la familia de donde se nace. “Yo de mis compañeras putas he encontrado apoyo y me parece importante tejer redes puteriles para que ninguna tenga que volver a pasar por esto sola.”

Para Yaz, el prejuicio hacia el trabajo sexual nunca se va a quitar si no se habla de ello, pero no desde el rescate o el asistencialismo, sino reconocernos como sujetas políticas y sujetas de derechos y que muchisimas de las personas ejercen este trabajo desde el silencio, y llevan una doble vida que pesa demasiado.

“La gente tiene muchas posibilidades de apoyar al trabajo sexual. En principio, con espacios como este que reconozcan la voz de quien lo ejerce y escuchar sus voces. También se puede apoyar a los proyectos que tenemos las putas, las colectas, los eventos, con voluntariado, etc. Tener un discurso pro trabajo sexual puede hacer que alguien que conocen, sienta un poco menos de presión.”

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México diverso y justo también para las trabajadoras sexuales, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans.

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Natalia Lane https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/natalia-lane/ Mon, 22 Nov 2021 05:10:26 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1099

Una mar de sueños. Natalia es una mujer que ha aprendido a amar su cuerpa como primer territorio. Le encanta el café, es fan de las películas de terror y es coleccionista de objetos y de historias de superheroínas.  Xena, la Princesa Guerrera, es uno de los personajes femeninos que la inspiró en su infancia. A las dos las une el haber enfrentado y superado muchas adversidades, aunque las de ella sí son reales.

Le gusta conocer otras geografías y territorios, ya sea en una televisión, un libro o viajando en un autobús. Es una mar de sueños, personales y colectivos. “Mi sueño es tener la certeza que nunca más ninguna hermana atraviese las violencias que yo viví en las calles.”

Natalia vive y trans-ita la Ciudad de México y durante mucho tiempo la pasó mal en la calle. Por eso, ahora su búsqueda pasa por la colectividad.

A pesar de todo lo vivido, mantiene la capacidad de reír y compartir lo que sueña. Imagina un mundo en donde las mujeres trans sean libres de ser, sentir y amar. Un mundo en donde las trabajadoras sexuales no sean criminalizadas, juzgadas ni perseguidas por decidir en qué quieren trabajar.

“Aprender a amar esta cuerpa travesti-puteril ha sido mi primer territorio de defensa, es un reto frente a un mundo que no sólo niega la existencia a las mujeres trans, sino que también nos asesina.” 

Reconocerse como trabajadora sexual fue un proceso de muchos años, en los que padeció el abuso policíaco, la violencia del Estado, pero sobre todo el estigma social que no reconoce el trabajo sexual como un trabajo. “Hoy traigo la putez en cada paso, con orgullo y amor….👠🔥

Con el tiempo, Natalia se ha dado cuenta de que las superheroínas no están en personajes de ficción, sino en su madre, su hermana, sus compañeras trabajadoras sexuales y sus hermanas travestis-trans. “¡Trabajar colectivamente con ellas es también coleccionar en mi corazona sus historias!”

Se asume como una mujer con rabia. “Y es esa rabia organizada la que me ha permitido movilizarme con otras compañeras. Para el Estado las morras trans y trabajadoras sexuales, son conflictivas y agresivas. Y ante esa sentencia, respondemos con amor, organización comunitaria y zorroridad.  ¡Acá está la resistencia travesti, puteril y callejera!”

A veces ni ella sabe cómo es que llegó hasta aquí. “Creo que soy una mujer muy resiliente que ni siquiera dimensionaba mi fortaleza interna. Pero este camino no sería sostenible sin la escucha de otras putas callejeras.” Ahora le importa más que nunca cuidar su cuerpa, consentirla, quererla, apapacharla. “Me siento orgullosa de las cicatrices que lleva mi cuerpa callejera, porque son un recordatorio permanente de que esto viva…”

Hace años, Natalia emprendió un viaje a Colombia y ahí escribió crónicas sobre sus vivencias como trabajadora sexual callejera en Medellín junto a otras hermanas travestis-trans. Le llamo “Crónicas Puteriles” y espera algún día publicarlas.

Son historias que merecen ser contadas, porque sus recuerdos y heridas, al igual que las de sus compañeras callejeras, cabineras, teiboleras NO provienen de su trabajo, sino de las condiciones de violencia y estigma alrededor de él.

Para Natalia, el abolicionismo dentro de los feminismos no sólo niega los derechos laborales de las trabajadoras sexuales, también las despolitiza desde una mirada punitiva. Porque en estos sistemas de opresión capitalista esas voces insisten en afirmar que las putas vendemos el cuerpo y el resto de la clase trabajadora/popular no. “Las trabajadoras sexuales no necesitamos ser rescatadas, lo que necesitamos son condiciones de trabajo sin clandestinidad, estigma ni criminalización.”

“Las putas andamos cambiando el mudo desde el deseo, andamos haciendo el mayor acto de justicia anti-patriarcal: cobrar por coger… algo que el patriarcado supone es obligación de las mujeres. Seguimos tejiendo orgullo desde las calles, seguimos taloneando con nuestras propias formas de zorroridad para sanar entre nosotras y cambiar el mundo en el que vivimos.”

Porque el Trabajo Sexual es Trabajo 🔥👠💄

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México diverso y justo también para las trabajadoras sexuales, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans.

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Por un 02 de junio donde las últimas seamos las primeras

Casi el 80% de las trabajadoras sexuales han padecido algún tipo de violencia, abuso o discriminación por la propia policía y los sistemas de justicia, de acuerdo con la segunda encuesta sobre trabajo sexual en la Ciudad de México, elaborada por el COPRED y el Centro de Apoyo a las Identidades Trans. En la mayoría de los casos no hubo denuncia por desconfianza en las autoridades.

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Ana Karen López https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/ana-karen-lopez/ Mon, 22 Nov 2021 05:10:22 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1098

Tirando barreras. A Ana Karen le gusta levantarse y acostarse en oración y comunión con Dios, dar los buenos días y las bendiciones a quienes le rodean. Agradece cada mañana por un día más de vida y disfruta de un rico café apapachando a su compañero de vida, su esposo. 

Entre sus pasiones están la cocina, la naturaleza, las cascadas, el campo, comer al aire libre y respirar aire puro y llenarse de buena energía  “Me gusta vivir la vida al máximo, disfrutar cada segundo, cada instante, porque creo que la vida solo se vive una vez y hay que vivirla al máximo”. 

Es mujer, hija, hermana, tía, esposa, amiga, compañera, activista social y defensora de los derechos humanos de grupos históricamente vulnerados. Le entristecen las injusticias, la falta de empatía, acción y reacción de las personas ante los problemas sociales. 

Ana se siente orgullosa de vivir su identidad de mujer trans, de sentirse plena y realizada en el trabajo, de la perseverancia que ha tenido y “de la vida que Dios padre me ha brindado y de lo que me he ganado.” Hoy por hoy, lo más importante para ella es su salud, su integridad física y emocional, porque sin ella no saldría adelante ni podría continuar su proyecto de vida. 

Su sueño es que las personas trans vivan libres de discriminación y violencias, que tengan acceso a los derechos en el ámbito laboral, a la salud y a la educación.  

Ana Karen es una mujer que ejerció el trabajo sexual y que vive con VIH. La triple discriminación que vive, la ha llevado a enfrentar todo un sistema en el que las normas sociales y legales no son inclusivas para la comunidad LGBTTTIQ+ y en el que las leyes en algunos casos son letra muerta. “Es un sistema heteronormado y binario de discriminación”

Su camino ha sido de esfuerzo, dedicación, fe, esperanza y amor en la lucha constante por su proyecto de vida y el logro de sus ideales sociales. “Sin bajar la guardia, creo que mis compañeras han sido una parte fundamental de mi activismo, unidas alzando siempre la voz, porque: ¿si no somos nosotras, quiénes?, y ¿si no es ahora, cuándo?”

Ana lucha por políticas públicas que busquen la inclusión social bajo los principios de respeto, igualdad y no discriminación. “Ni más, ni menos”. Busca contribuir a través de los Centros Comunitarios de Atención a las Diversidades Sexuales con los que cuenta Tamaulipas Diversidad Vihda Trans AC, organización civil que actualmente preside.

“Como mujeres trans vivimos día a día barreras en el acceso a los servicios de salud libres de estigma y discriminación, situación que se agudiza para las personas que vivimos con  VIH o que ejercen el trabajo sexual. No hay acceso al trabajo y a la educación en donde se respete nuestra identidad y se garantice nuestra integridad física y emocional.”

No le tiene miedo a la muerte, sino a la vejez, pues es una etapa de la vida en donde las mujeres trans enfrentan más discriminación.  

Ana cree que es importante que la gente conozca las circunstancias que enfrentan las personas trans en México y en el estado de Tamaulipas: “que apoyen en las luchas, para llegar a tomadores de decisiones, y a generar cambios sociales y legales que se requieren para el pleno respeto a nuestros derechos.”  

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans.

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Kenya Cytlaly Cuevas https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/kenya-cytlaly-cuevas/ Mon, 22 Nov 2021 05:06:55 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1069

El amor, lo más importante. Kenya es una mujer que, al sonreír, bromear, y contar sus sueños y logros, transmite entusiasmo por la vida. Es amante de los perros y, abrazar a los suyos, es una de las cosas que más disfruta en la vida. 

Sueña con un mundo inclusivo, respetuoso, en el que todas y todos nos podamos ver como iguales. Por eso se ha dedicado a ser defensora de derechos humanos y activista: para desarrollar estrategias y herramientas que hagan ese mundo realidad.  

El amor es el fundamento de todo lo que hace. Desde ahí, cuida, ayuda y acompaña a otras personas, al mismo tiempo que la compañía de sus afectos le ha permitido cuidarse y recuperarse a sí misma. En ese activismo es donde más placer encuentra. Ahí ha podido construir la hermandad que quisiera hacer extensiva a todo el mundo: “lo que más me da ilusión, es ver como un solo acompañamiento les transforma la vida a las chicas”. 

Como mujer trans, Kenya se ha enfrentado a la discriminación de las instituciones. A partir de la violación a sus derechos humanos, se transformó en una mujer empoderada con la fuerza para visibilizar las injusticias y transformar el sistema en el que vivimos. Fue así, que creó Casa de las Muñecas Tiresias y, como su directora, le enorgullece lo que ha podido lograr: el reconocimiento que han alcanzado las personas trans y lo que han implementado a nivel nacional para promover y proteger sus derechos.

Para crear un cambio mayor, nos hace un llamado a dejar a un lado la indiferencia e informarnos para construir un país y un mundo libre de violencias para todas las personas: “entre más información tengamos y más nos eduquemos, menos discriminamos, menos violentamos y menos excluimos a la gente.”

Al recordar lo recorrido, Kenya reconoce que le ha costado mucho dolor y sufrimiento, “pero al final del día con muchas satisfacciones y con la compañía de muchas personas y actores que se han sumado en esta lucha, porque nuestra mayor venganza es ser felices”.

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans.

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Alessa Flores https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/alessa-flores/ Mon, 22 Nov 2021 05:05:22 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1066

Alessa, sonrisa de luna. Tenía el cabello como la cascada de un río de noche. Sus ojos eran profundos, su mirada fija y su sonrisa de luna. Sus palabras eran directas. Usaba tacones luminosos y los hermosos tatuajes en su piel la hacían de colores. Amaba pintarse las uñas y hablar de amor con nosotras, sus amigas.

Soñábamos con vivir juntas. Tener una casa en la que cada una tuviera su espacio y en dónde nos sentáramos por las mañanas a desayunar. Éramos su familia: la que eligió después de tener que salir de Tabasco por falta de oportunidades.

Alessa Flores no titubeaba cuando defendía su derecho a existir, pero la violencia de una persona fue suficiente para negárselo. Sus sueños, nuestros sueños, fueron frenados por el odio. Hoy ese desayuno ya no es posible, porque nos tocó reconocer su cuerpo en un ministerio público. 

Nadie debería tener que vivir el momento en el que te informan que tu entrañable amiga fue asesinada en un hotel. Sabemos que defendió hasta el último momento su derecho a existir, porque encontraron rastros de sangre de su agresor en sus uñas… esas que nos pintamos juntas tantas veces.

“Este mundo me discrimina si soy morena, si hablo un dialecto, si soy trans. Este mundo me discrimina si mi herramienta de trabajo son un par de tacones y diez condones que me regala el seguro social”, decía Alessa.

Y la mató la transfobia. La mató el odio contra quién se atreve a ser fuera de las normas que nos imponen.

Aún así, la memoria de Alessa sigue con NosoTrans, sus hermanas.

Hoy exigimos justicia por su asesinato y por toda la discriminación que experimentó en vida: desde la privación de oportunidades hasta la negativa al derecho elemental de entrar a un baño.

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans. 

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