acceso a la justicia – #SinMiedoaSer https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser Una campaña por un país libre de violencias, incluyente y seguro para todas las personas. Terminemos con todas las formas de discriminación y violencia. No las generes, no las toleres, no te calles. Tue, 31 May 2022 16:52:45 +0000 es hourly 1 https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/wp-content/uploads/2021/12/cropped-SinMiedoaSer_Logo_Color-32x32.png acceso a la justicia – #SinMiedoaSer https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser 32 32 Yeni Lara https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/yeni-lara/ Sun, 21 Nov 2021 23:09:42 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1091

La que siembra esperanza. Yeni vive en una pequeña comunidad llamada Huejotengo. Disfruta levantarse todos los días y apreciar la salida del sol sobre la punta de los árboles de aguacate que abundan en su hogar, porque le recuerdan la importancia de sembrar. Le gusta mantener la armonía en su familia y hacer sentir a su padres orgullosos de la mujer que criaron con valores y con el deseo de hacer más de lo que se puede. Aprecia una buena charla con las amigas, llenarse de buena vibra abrazando un árbol, disfrutar que aún tiene a sus padres y apoyar a quien lo necesita. Disfruta su voluntariado en la Cruz Roja porque la hace sentirse viva.

Yeni siembra semillas de cambio con las mujeres que le rodean y quiere hacerlo con aquellas a las que aún no ha podido llegar.

Su coraje y fuerza, que, como a muchas mujeres les sucede, habían permanecido silenciados por la violencia machista, emergieron tras el sismo del 2017. Al ver la falta de respuesta de las autoridades y las necesidades que había a su alrededor, organizó junto con otras personas de su comunidad un albergue y centro de acopio. Ahí conoció a grandes mujeres con las que aún se acompaña en el camino para lograr sus sueños.

Es una mujer fuerte, guerrera, resiliente, que aprendió a vivir con libertad. Ella busca que otras mujeres también se sientan libres para vivir sin miedo; que puedan desdoblar sus alas -muchas de ellas fueron lastimadas-, y volar en búsqueda de la felicidad. 

Uno de sus más grandes sueños es crear un mundo diferente para Iney, su hijo. Un mundo en donde todas las mujeres se puedan sentir plenas, seguras y orgullosas de lo que son… en el que se respeten sus derechos. “Quiero un mundo en el que las desigualdades sociales, raciales y de género no marquen la vida de Iney, en donde él pueda tener decisión sobre su cuerpo sin que nadie le imponga nada y en el que aprenda a valorar a la mujer como un ser igual y con un amor profundo. Que siga con la causa, defendiendo los ideales como su madre.” 

Con su hijo ha aprendido que el amor puede tomar otra forma. Él es su motor.

Algo que hoy Yeni lamenta es que a pesar de vivir en un lugar hermoso, en donde “los paisajes pintorescos no tienen igual”, con el volcán Popocatépetl como su guardián, las desigualdades y el rezago social de su pueblo continúan. “No hemos podido detener las creencias que sostienen que las mujeres somos un objeto. Esto influye en la falta de oportunidades para nosotras y en continuar un círculo vicioso de dolor que causa mucha infelicidad.”

Yeni ha vivido una lucha interna: “al sentirme excluida de la sociedad donde crecí, siempre pensé que yo era la que estaba en un error, pero en el transcurso de mi vida me encontré a muchas mujeres “raras” y “locas” que no dejaron que matara mis ideas; me llenaron de conocimientos y herramientas. He tenido la fortuna de encontrarme con hombres como mi pareja Feli, que ha sabido respetarme y me ha acompañado con amor. Incluso, soy afortunada de tener un amigo como Cori, con ideales feministas, que los defiende de tal forma que me hizo comprender que el ser mujer no es solo cuestión de sexo.”

Yeni hoy se siente muy agradecida con todas las personas que la han motivado y ayudado en el camino, como su mamá Eduarda y sus hermanas del colectivo Nepanyotl Cihuatl.

Uno de sus más grandes sueños es crear un mundo diferente para Iney, su hijo. Un mundo en donde todas las mujeres se puedan sentir plenas, seguras y orgullosas de lo que son… en el que se respeten sus derechos. “Quiero un mundo en el que las desigualdades sociales, raciales y de género no marquen la vida de Iney, en donde él pueda tener decisión sobre su cuerpo sin que nadie le imponga nada y en el que aprenda a valorar a la mujer como un ser igual y con un amor profundo. Que siga con la causa, defendiendo los ideales como su madre.” 

Hoy Yeni se siente orgullosa de la mujer en  la que se ha convertido: que de ser una niña miedosa, incomprendida y catalogada en una sociedad machista como loca, machorra, rara que tenía lleno el corazón de frustración y rabia, decidió enfocarse en buscar un camino que la regresara a la libertad de encontrar su pasión: ayudar a quien lo necesita.

“Es urgente cimentar el camino hacia una nueva forma de vida, en la que las mujeres estén en igualdad de condiciones que los hombres. Aprender a caminar de la mano y no atrás del otro, para dejar un futuro más amigable para las próximas generaciones.”

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro para todas las personas.

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Nadia Maciel Paulino https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/nadia-maciel-paulino/ Sun, 21 Nov 2021 23:09:33 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1090

Hilando nuevas realidades. Nadia es una mujer que disfruta de la vida, viajar, conocer a más mujeres -todas diversas y en distintas direcciones-, subir al cerro más alto y mirar el verde las hojas de los árboles, oler la tierra mojada y escuchar el canto de las aves, para sentir que no estamos solas en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Le gusta reír a carcajadas con una buena compañía. Ella teje redes desde las comunidades más alejadas. “Mi papá me decía: cuando te mueras no te vas a llevar nada más que la satisfacción de haber conocido muchas personas y lugares, viaja mientras puedas.”

Nadia Maciel Paulino tiene 39 años. Nació en el pueblo de San Martin Tixtlancingo, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero, México. Orgullosa de tener raíces nahuas y de ser mujer, le entristece que haya mucha violencia contra las mujeres y niñas.

Durante toda su vida se ha enfrentado a todos los tipos y formas de violencia. Ha aprendido a defenderse y llorar para limpiar el alma y continuar su camino. Para ella es importante  sembrar y cosechar más oportunidades para las mujeres y niñas e hilar nuevas realidades para las próximas generaciones. 

Por eso es activista, feminista, defensora de derechos humanos, en especial de los derechos sexuales y reproductivos. Sueña con un mundo más justo y equitativo, donde mujeres y hombres puedan andar por los mismos caminos, en un ambiente de armonía, respeto y sin miedo a ser. 

Es una mujer fuerte, guerrera, resiliente, que aprendió a vivir con libertad. Ella busca que otras mujeres también se sientan libres para vivir sin miedo; que puedan desdoblar sus alas -muchas de ellas fueron lastimadas-, y volar en búsqueda de la felicidad. 

En el movimiento de mujeres indígenas a las primeras que conoció y sus referentes son Martha Sánchez Néstor, Felicitas Martínez Solano y Libni Iracema Dircio Chautla. En el movimiento amplio de mujeres, Carmen Gardea Fajardo, María Luisa Garfias Marín, Emma Cerón Díaz y Olimpia Jaimes. Le han acompañado en su camino y luchas: la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México, el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, la Red de Promotoras y promotores de la ddeser Acapulco y Fondo Semillas. Con la REMJINA se convirtieron en familia por elección. Iniciaron un trabajo por los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos y se convirtieron en hermanas del alma.

Las compañeras de la Casa de la Mujer Indígena del Cerro del Carrizo la adoptaron como parte de su pueblo. Ha caminado con la Casa de Salud Manos Unidas de Ometepec Guerrero y recientemente con las compañeras de la Casa de la Mujer Indígena La Abuela Sabia de Ayutla de los libres y el Feminismo Comunitario en Guerrero. “Por supuesto que son más personas, organizaciones y colectivos. Los cambios los haremos juntas y unidas, pero si nos descuidamos como mujeres, estamos siendo incoherentes e incongruentes y nos violentamos a nosotras mismas.”

Fuera del activismo, le apasiona bailar o danzar diferentes ritmos, que su corazón vibra de emoción “al moverme como me dé la gana.”

La historia de cómo ha llegado hasta donde está es larga. “Cuando a mi abuela Cristina le preguntaban si ya me había enseñado a hacer tortillas y los quehaceres del hogar, ella respondía: mijita no nació para la cocina, ella nació para los libros.” Nadia  creyó en esa frase de su abuela y se alejó, desde muy niña, de los quehaceres que se supone debe hacer una mujer en su comunidad.

“Mi mamá me enseñó a abrir mis alas, me impulsó para volar por otros cielos; pese a que no quería separarse de mí, siempre me apoyó en mis locuras.” 

Su abuela sembraba árboles en cualquier lugar, en los caminos, ella era una niña y no entendía. “Cuando le preguntaba: ¿abuela porque siembras esas semillas en el camino y no dentro de tu corral?”, ella respondía: “Para que tú puedas comer ahora, otras personas que ni conoces sembraron hace muchos años, porque hay plantas que tardan años en dar… por eso yo siembro en el camino para que cuando otra gente pase por aquí, coman. Si las siembro adentro de mi corral, quizá no podrán entrar y comer, porque yo ya no estaré”. Por esa historia decidió ser defensora de derechos humanos y activista; para sanar sus heridas y para que otras mujeres no vivan lo que ella vivió. “Que tengan otras formas de vida, libres de violencia, independientes, autónomas y felices.”

Una persona que no tiene idea de lo que ella ha vivido, ni de los impactos de la violencia, puede empezar por amarse a sí misma, por abrazar o acuerparse con otras mujeres. Disfrutar de la vida, aprender a reconocer sus errores para mejorar. Simple y sencillamente hacer lo que le apasiona, lo que le satisface, lo que la hace feliz, para generar un cambio en su vida. 

“Sí cada mujer hace eso, entonces seremos más mujeres felices, plenas y dichosas.”

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro para todas las personas.

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Adriana Alanís https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/adriana-alanis/ Sun, 21 Nov 2021 23:09:10 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1088

Una amistad incondicional. Adriana Alanís creyó toda su vida en la amistad. Ese sentimiento afectivo hacia una persona que no es tu familia, en la cual están asociados valores fundamentales como el amor, la lealtad, la solidaridad, el ser incondicional, la sinceridad y el compromiso. Para ella, una gran amistad se cultiva con el trato cotidiano y el interés recíproco a lo largo del tiempo.

Ella sabe que ningún ser humano es perfecto y que todas las personas cometen errores, pero está convencida de que “no nacimos para perjudicar a los demás”. Sin embargo, cree que a muchas personas hoy en día no les importa pasar por encima de otras con tal de lograr sus objetivos personales.

A lo largo de los años Adriana ha llamado amigos o amigas a mucha gente, pero equivocarse con dos personas le costó muy caro.

Confió en un hombre y una mujer a quienes les brindó su ayuda pensando que su relación era recíproca, sin imaginar el daño tan grande que le harían a ella y a su familia. “Gracias a esas dos “grandes amistades” conocí aquél lugar del que nadie quiere hablar y mucho menos conocer: la prisión.” Uno de esos “amigos”, era su jefe.

Estuvo recluida durante cuatro años y medio cumpliendo una pena en el Reclusorio Femenil de Santa Martha Acatitla, tras ser acusada del delito de robo agravado por haber tomado $120,000 de la institución financiera en la cual laboró durante 13 años, cuando estas personas le pidieron ayuda económica para resolver un problema.

Ella pensó que responderían y darían la cara por ella, pero no fue así. “Fue una puñalada por la espalda, no respondieron a la confianza que les tuve algún día y me llevé la gran sorpresa de que me dejaron sola en el momento que más los necesité.”

“Tuve que ejercer el papel de pagadora, porque ellos no quisieron pagar el dinero que había tomado de la bóveda que estaba bajo nuestra guardia y custodia.” 

Adriana reconoce su responsabilidad: “Ese dinero no era mío. Sin embargo, por no saber decir NO y tener un acto de solidaridad y amistad, no lo pensé y lo presté.” Con el paso del tiempo, ha logrado curar el odio y rencor que durante varios años albergó en su corazón. “Una gran lista de personas me dieron la espalda. Pero, ¿para qué recordarlo?”

Cuando salió de aquel lugar, la cárcel, comenzó una nueva vida llena de un sinfín de experiencias y aprendizajes. Poco a poco, a través del tiempo, ha recuperado su seguridad y la confianza en ella misma.

“¿Amigos? Hoy en día, te puedo decir que los cuento con los dedos de una sola mano y me sobran, pero la mejor experiencia que me dejó todo esto, ¿sabes cuál es? Hay que saber decir NO y poner límites a cualquier relación afectiva con cualquier persona, incluyendo a tu familia.”

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro para todas las personas.

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María Elena https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/maria-elena/ Sun, 21 Nov 2021 23:08:38 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1077

Alas de Mariposa.  María Elena se reconoce como una mujer plena, orgullosa de quién es hoy, de que su rostro siempre pinta una sonrisa. Ella rescató a esa niña interior que le gustaba cantar y bailar, salir de su casa y recorrer lugares nuevos. Tiene 68 años. Es una mujer decidida a seguir viviendo, sonreírle a las adversidades y nunca dejarse vencer. 

Durante toda su vida, María Elena fue víctima de diversas violencias. A muy corta edad, fue obligada a casarse con un hombre quien la maltrató constantemente durante gran parte de su vida. Hasta que tomó la decisión de separarse de él. 

Esta decisión la llevó a una depresión muy dura pues se dio cuenta que nunca había tenido tiempo para ella al estar rodeada constantemente por entornos violentos, haciéndola sentir sola.

Esta realidad cambió a sus 68 años cuando su hija le contó de un lugar donde podrían ayudarla a transformarse y a redescubrirse. Fue así como llegó al Centro de Empoderamiento Alas de Mariposas, de la Red Nacional de Refugios AC, en donde “aprendí a usar mis alas, a fortalecer mi autoestima, a no auto-compadecerme y a poner límites.”

"Empecé a ver la vida con alegría y siempre con una sonrisa. ¡Fue como si un hada madrina me hubiese tocado con su varita!”

María Elena asegura que nunca es tarde para cambiar el rumbo de nuestra vida y que nunca es tarde para amarse a una misma, para exigir nuestros derechos y vivir libres.

“Ser yo misma y romper con las ataduras es la más grande revuelta que he realizado.”

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro para todas las personas.

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Margarita Alanis https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/margarita-alanis/ Sun, 21 Nov 2021 23:08:27 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1076

Justicia para todas. Margarita Alanís Rosales es una mujer que sueña con viajar con su familia a lugares que desea conocer y todavía no ha tenido oportunidad de hacerlo. Sueña también con dedicarse tiempo a sí misma, a sus placeres, como “la lectura, ver películas y series, descansar, nadar cada día más, relajarme”.

Ella es mamá de una víctima de feminicidio, es responsable de sus nietos, quienes quedaron desprotegidos después del feminicidio de su hija, Campira.

Ellos son su prioridad, quiere darles bases, por medio de la educación, para que puedan forjar su futuro de la mejor forma posible.

El dolor y la ausencia sigue presente, “Me entristece pensar que todo esto lo debió haber vivido mi niña con sus hijos.”

Desde que su hija fue asesinada ha tenido muy poca respuesta de las autoridades:

“a pesar de que ellos mismos me han hecho saber que tengo derechos, no han cumplido con casi nada, pero sigo de pie, insistiendo hasta que se haga justicia para todas.”

Hoy, Margarita se siente orgullosa de los objetivos que ha logrado y reconoce mucho el avance que ha tenido desde que ha sido acompañada por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. Una de las cosas que más valora Margarita es la amistad pues agradece y reconoce el apoyo que ha encontrado en sus compañeras del Observatorio: “compañeras de dolor que siempre luchan junto a mí, apoyándome y echándome porras”. Otro soporte importante en su vida ha sido su familia y en especial las mujeres en ella, como su hermana Sandra y su hija Lorena. 

“Este apoyo me indica que no estoy sola en la lucha.”

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Beatriz Maldonado https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/beatriz-maldonado/ Sun, 21 Nov 2021 23:07:39 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1073

El rojo carmín. Tiene 54 años. Se llama Beatriz Maldonado Cruz. Como muchas mujeres, es capaz de hacer cualquier cosa para proteger a su familia. Tiene dos hijos, una hija, su nuera, dos nietos y a su mamá, a la que llama de cariño “viejita chula”. 

Un día, un grupo armado llegó a su casa a cobrar una deuda que su esposo tenía con ellos a causa de su adicción. Era una cantidad estratosférica para Beatriz. Los hombres pusieron una pistola en la cabeza de su nieta de tres años y amenazaron a todos los integrantes de la familia.

“Al ver esa situación, pedí e imploré que me llevaran con la persona que les había ordenado entrar a mi casa.” Unas horas después fueron por ella y al paso de los días se vio obligada a comenzar a vender drogas; hasta que la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI), con más de 200 elementos federales y un helicóptero, la detuvo y casi toda la familia: 22 personas en reclusión, a 9 de ellas las fueron dejando libres porque no tenían ninguna responsabilidad, tres estuvieron en la correccional de la Ciudad de México. 

“Fue una arrastrada al corazón. Me sentenciaron a seis años de prisión en Santa Martha Acatitla.” En ese lugar su vida se convirtió en un mundo de soledad, tristeza y decepción… Fue un duelo porque dejó desamparados a su hija, nieta, nuera y a su hijo menor. “Eran grietas en el alma saber que mi familia sería discriminada.”

Creyó que con su sentencia había acabado su proceso, pero no fue así. En octubre de 2011 fue trasladada a la prisión de las Islas Marías, en el océano Pacífico. Un lugar en el que cualquier persona con entereza y valentía, se dobla. “Me fui con el corazón a punto de colapsar. Lo único que me reconfortaba era un lápiz labial rojo carmín, que era una forma de pensar que estaba viva.” 

Cuando se le terminó su labial, encontró en el betabel que recibía de alimento la manera de seguir pintando sus labios y mejillas, para distinguirse del color beige del uniforme que portaba y de su entorno. 
 
Su estancia en ese lugar fue un infierno para Beatriz: había malos tratos, comida incomible, órdenes y castigos por todo y por nada. “Había un cuarto al que le decían la borracha, con temperaturas de 40 a 45 grados, en el que parecíamos camarones andando”.

A Beatriz la castigaron en más de cinco ocasiones. “Yo solo pedía una oportunidad de volver a ver a mis hijos y mi madre.” En el año 2012 ganó un amparo y regresó a Santa Martha Acatitla. En enero de 2016 por fin llegó el día en que pudo volver a vivir sin represión. 

 “¡La culpa de mi valentía fue lo que ocasionó mi prisión! Fue una mala decisión”

Ahora, Beatriz es integrante de Mujeres Unidas X la Libertad, en defensa de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, que alguna vez fueron su familia.

Las mujeres dentro y fuera de prisión, no somos mujeres de segunda clase, tenemos derecho a vivir con dignidad y libertad.

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro para todas las personas.

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Jessica Marjane https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/jessica-marjane/ Sun, 21 Nov 2021 23:07:12 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1071

¡Todxs somos desobedientes! En el mundo que heredamos hay muchos miedos, tabúes, silencios, que nos tratan de disciplinar. Muchas veces no todo es “por nuestro bien”, también hay prácticas que intentan “corregir” y eliminar quiénes somos. 

Jess alza la voz para decir que no hay nada que corregir, curar, perseguir o avergonzarse. Como muchas personas trans y muchas otras personas dispuestas a defender su propia esencia, no lo hacen solas, también van sus familias.

Orgullosa descendiente Otomí por su abuela, Jess es alegre, le gusta bailar y luchar por lo que cree. Su madre, Tina, y su abuela, saben que las mujeres diversas existen en todas las familias y que merecen respeto, cuidado, amor. Las tres generaciones de mujeres han sido sobrevivientes de distintas violencias y por eso buscan espacios seguros y libres de discriminación en las calles, los hogares, las escuelas, el trabajo y hasta los baños. 

Ella desobedeció a un mundo que la etiquetó como niño, cuando ella sabía que era niña. Ser ella, y rebelarse a los estándares que le impone la sociedad, le ha costado vivir injusticias, crueldad y múltiples formas de violencia. 

Y, a pesar de todo, hoy es una joven abogada que promueve y defiende un mundo libre de violencias; una líder que construye en colectivo. Fundó la Red de Juventudes Trans y fue la primera mujer joven trans en presentarse ante la ONU en 2018 para defender los derechos de su comunidad, junto con 16 personas trans de todo el mundo.

Desde su transición, su abuela y su madre han sido sus principales aliadas. Pero también lo han sido sus amigas y personas que saben que este mundo es diverso, que cabemos todas y todos y que tenemos derecho a vivir sin miedo.

Las tres y todas las personas que las acompañan, están convencidas de que es necesario construir otros mundos posibles, en los que toda persona se pueda sentir en un hogar. Saben que juntas son más fuertes para exigir justicia ante las violencias y crear horizontes de respeto, sanadores y reparadores en donde nadie tenga miedo a ser.

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans. 

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Fátima Gamboa https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/fatima-gamboa/ Sun, 21 Nov 2021 23:07:02 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1070

Mi lugar está en la alegría. Fátima es una mujer que sueña con todas las posibilidades de justicia para alcanzar la felicidad, libertad e igualdad.

Para ella las justicias son espacios que nos permiten a las mujeres y personas mirar, escuchar y reflejarnos – la una a la otra- como una sola, una sola diversa, que por la historia, el cuerpo y el espacio que ocupa, puede generar alternativas a las violencias, desigualdades y discriminaciones que nos afectan. Está convencida de que desde esos espacios de la voz, escucha y sentimiento se tejen las verdaderas justicias.

Su lucha es por sanar sus dolores y resentimientos históricos:  los de la vida de su madre, sus abuelas y ancestras; su historia. Para hacerlo, comienza con ella misma: “ya no me avergüenzo de ser maya, ya no me avergüenzo de ser morena, ya no me avergüenzo de los ojos en mi rostro. Ahora, lo que veo lo amo y lo abrazo.” 

Fátima está orgullosa de recuperar su cuerpo indio, “tan bonito como la tierra y las raíces del árbol.” Sanar su historia pasa por sanar a mis abuelas aunque ya no estén. Por eso trabaja con mujeres mayas para construir juntas también historias de justicias. Sostiene que la primera justicia comienza por la nuestra y que esta es colectiva.  

Le importa sentirse tratada en justicia: con voz, valía y agencia. “No soy producto de la interseccionalidad, no soy producto de sistemas de opresión que convergen en mí. Mi lugar está en la alegría, en la dignidad de lo vivido, en la resistencia de lo que quiero transformar. A mi me gusta hablar de lo que hago y no de lo que sufro, de lo que genero y no de lo que me imponen, de mis necesidades para sentirme en justicia y no de la justicia del Estado o de la justicia que otras personas deciden para mí.”  

La justicia para ella también pasa por recuperar sus sentires, afectos y deseos hacia otra mujer. Re-existir lesbiana es hacerlo en los cuidados, la ternura y el amor: sin violencias machistas. Fátima disfruta despertar viendo los ojos de su compañera de vida, tomarse un café con ella, besar a su perro y bailar con él. Disfruta construir ideas en conjunto, debatir, repensar y reconstruir propuestas de trabajo. Disfruta trabajar con el corazón puesto en Equis Justicia para las Mujeres“hacer ejercicio y mover el cuerpo aunque no sepa bailar.”

En su camino le han acompañado sus ancestras, hermanas, vecinas, amigas, parejas y compañeras de todos sus trabajos; maestras todas de vida, mujeres diversas: indígenas, feministas, trans, trabajadoras del hogar, lesbianas, mujeres con y sin condiciones de discapacidad, comunistas, académicas y mujeres blancas burguesas que me han enseñado de la diversidad, complementariedad y sororidad entre nosotras. “De todas he aprendido y de todas soy un poco, a todas les debo ser y estar en el lugar que hoy ocupo.” 

Fátima nos recuerda que la cosecha no es para un interés individual sino para devolver, para compartir, para agradecer, pero sobre todo para vivir. Y vivir, al menos hasta lo que hoy entiende, es para acompañar a personas, denunciar injusticias, facilitar espacios, aportar a las risas, las ideas, la felicidad y los sueños de las personas y grupos que quieren y pueden (lo que mis abuelas no pudieron) construir realidades más justas, más iguales. 

“Realidades en donde las personas, al mirarnos a los ojos, reconozcamos, sin importar nuestras diferencias, nuestra humanidad y por tanto nuestros derechos.”

Su convicción es que quienes quieran justicia para todas las mujeres, quienes quieran generar un cambio, tendrán que empezar desde sí mismas y sus historias -incluso si son de privilegio- y no desde las historias, los cuerpos y contextos de otras mujeres. Invita a mirarnos con voz propia, agencia y acción.

Y también nos recuerda: “tendrán que escucharnos incluso cuando nuestras palabras denuncien sus propias violencias.” 

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro para todas las personas.

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Kenya Cytlaly Cuevas https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/kenya-cytlaly-cuevas/ Mon, 22 Nov 2021 05:06:55 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1069

El amor, lo más importante. Kenya es una mujer que, al sonreír, bromear, y contar sus sueños y logros, transmite entusiasmo por la vida. Es amante de los perros y, abrazar a los suyos, es una de las cosas que más disfruta en la vida. 

Sueña con un mundo inclusivo, respetuoso, en el que todas y todos nos podamos ver como iguales. Por eso se ha dedicado a ser defensora de derechos humanos y activista: para desarrollar estrategias y herramientas que hagan ese mundo realidad.  

El amor es el fundamento de todo lo que hace. Desde ahí, cuida, ayuda y acompaña a otras personas, al mismo tiempo que la compañía de sus afectos le ha permitido cuidarse y recuperarse a sí misma. En ese activismo es donde más placer encuentra. Ahí ha podido construir la hermandad que quisiera hacer extensiva a todo el mundo: “lo que más me da ilusión, es ver como un solo acompañamiento les transforma la vida a las chicas”. 

Como mujer trans, Kenya se ha enfrentado a la discriminación de las instituciones. A partir de la violación a sus derechos humanos, se transformó en una mujer empoderada con la fuerza para visibilizar las injusticias y transformar el sistema en el que vivimos. Fue así, que creó Casa de las Muñecas Tiresias y, como su directora, le enorgullece lo que ha podido lograr: el reconocimiento que han alcanzado las personas trans y lo que han implementado a nivel nacional para promover y proteger sus derechos.

Para crear un cambio mayor, nos hace un llamado a dejar a un lado la indiferencia e informarnos para construir un país y un mundo libre de violencias para todas las personas: “entre más información tengamos y más nos eduquemos, menos discriminamos, menos violentamos y menos excluimos a la gente.”

Al recordar lo recorrido, Kenya reconoce que le ha costado mucho dolor y sufrimiento, “pero al final del día con muchas satisfacciones y con la compañía de muchas personas y actores que se han sumado en esta lucha, porque nuestra mayor venganza es ser felices”.

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Alessa Flores https://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/alessa-flores/ Mon, 22 Nov 2021 05:05:22 +0000 http://www.metgroup.com.mx/sinmiedoaser/?p=1066

Alessa, sonrisa de luna. Tenía el cabello como la cascada de un río de noche. Sus ojos eran profundos, su mirada fija y su sonrisa de luna. Sus palabras eran directas. Usaba tacones luminosos y los hermosos tatuajes en su piel la hacían de colores. Amaba pintarse las uñas y hablar de amor con nosotras, sus amigas.

Soñábamos con vivir juntas. Tener una casa en la que cada una tuviera su espacio y en dónde nos sentáramos por las mañanas a desayunar. Éramos su familia: la que eligió después de tener que salir de Tabasco por falta de oportunidades.

Alessa Flores no titubeaba cuando defendía su derecho a existir, pero la violencia de una persona fue suficiente para negárselo. Sus sueños, nuestros sueños, fueron frenados por el odio. Hoy ese desayuno ya no es posible, porque nos tocó reconocer su cuerpo en un ministerio público. 

Nadie debería tener que vivir el momento en el que te informan que tu entrañable amiga fue asesinada en un hotel. Sabemos que defendió hasta el último momento su derecho a existir, porque encontraron rastros de sangre de su agresor en sus uñas… esas que nos pintamos juntas tantas veces.

“Este mundo me discrimina si soy morena, si hablo un dialecto, si soy trans. Este mundo me discrimina si mi herramienta de trabajo son un par de tacones y diez condones que me regala el seguro social”, decía Alessa.

Y la mató la transfobia. La mató el odio contra quién se atreve a ser fuera de las normas que nos imponen.

Aún así, la memoria de Alessa sigue con NosoTrans, sus hermanas.

Hoy exigimos justicia por su asesinato y por toda la discriminación que experimentó en vida: desde la privación de oportunidades hasta la negativa al derecho elemental de entrar a un baño.

Tú puedes ayudar a construir una sociedad en la que vivamos sin miedo a ser quienes somos. Un México incluyente, en el que nadie pueda matar nuestros sueños con su odio. Un país seguro, también para las personas trans. 

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